Madre

Sangre que embriaga de amor la conciencia/ Latido urgente que promulga vida/ Cuerpo expandido, brillante, confirmación erótica de que hemos amado/ Darse, dar, entregarse, hartarse, jugar, y luego volverse uno./ Probar valentía, jurar amor, firmar un contrato sin caducidad/ Asumirte nueva, perdida en vigilias eternas, en esas noches sin estrellas./ Reconocer tu linaje en cada lágrima, en cada truco, en cada desgarro de vida./ Suspirar, llorar, gritar el ahogo y luego, recoger lo que haya./ Darse, dar, entregarse, hartarse, jugar, y luego volverse uno./ Ver el reloj, mientras el tiempo se escurre vacío/ Uno, dos, quizás tres, y entonces volver a lo ya conocido/ Darse, dar, entregarse, hartarse, jugar, y luego volverse uno./